miércoles, 7 de julio de 2010

El Impuesto Ambiental

Este tipo de impuestos está bastante extendido en Europa, pero no han sido utilizados profundamente en América Latina. Una característica fundamental de los impuestos ambientales es que, a diferencia de los impuestos generales, no generan distorsiones en las economías, ya que tienen la virtud de lograr que los sectores gravados incorporen dentro de sus costos los impactos ambientales de las actividades.

Con el uso de impuestos ambientales se genera un espacio de tributación importante sobre todo por la eficiencia que tienen, pero además, son particulares por lo acotados y diseccionados de los incentivos o castigos que generan. Asimismo, una buena aplicación tiene la posibilidad de generar cambios en el comportamiento de los agentes, por ejemplo, en la emisión de basura.

En Chile, hoy sólo se aplican impuestos ambientales al tabaco y las gasolinas, pero existe un amplio espectro de sectores donde podrían aplicarse: Usos y contaminación de aguas; a las emisiones y descargas a los ríos; deforestación; usos de plaguicidas; vertederos, emisión de basura y desechos industriales; tarificación vial diferenciada; emisiones de CO2, entro otros.

Un ejemplo claro, donde se requiere aplicar impuesto es en el sector termoeléctrico. Aquí se requiere generar incentivos para reducir el consumo de carbón. Para ello, se podrían aplicar impuestos diferenciados tanto al consumo de combustibles, como a la generación eléctrica y así distinguir entre las centrales que usan carbón o las que usan otros combustibles, mediante una señal de precios e impuestos que incentive el cambio hacia una matriz energética menos contaminante.

MAPA